Pasado el mes de septiembre, Conil queda un poco vacío pero sigue manteniendo el mismo encanto. Es la época ideal para todos aquellos que quieran huir de las aglomeraciones y disfrutar de un poco de paz.

Nada de colas ni esperas en restaurantes, los bares serán lugares acogedores y las playas estarán a vuestra entera disposición para disfrutarlas con un largo paseo. Veréis Conil diferente y más bello.

Un plan relajado de mañana

Lo mejor será disfrutar de todas aquellas actividades que son imposibles realizar en verano debido a los turistas.

Lo primero será levantarse bien temprano y disfrutar de un paseo por la playa, nosotros recomendamos que emprendáis el camino desde la playa de Los Bateles hasta la Torre Castilnovo, la cual divisaréis desde el pueblo. Un camino que puede durar cuarenta minutos, pero os sorprenderá al observar la playa desierta y casi virgen. Ya a la vuelta, podéis desayunar en el chiringuito Curro Jiménez ya que abre durante todo el año. Un desayuno tranquilo en primera fila de playa.

A comer tranquilo

Para la hora del almuerzo también lo tendréis más fácil. Podréis visitar esos restaurantes y bares de moda en la hora punta sin tener que esperar mesa. Para los que busquen variedad, os recomendamos echarle un vistazo a nuestra ruta de tapas donde hemos incluido los bares más populares del pueblo. Todos ellos exceptuando Los Hermanos, están abiertos en invierno.

Tarde por el pueblo

Continuamos con el día, nada mejor que pasear por el casco antiguo, otra de las bellezas que quedan un poco eclipsadas en verano. La ruta puede comenzar en la Huerta de los Frailes, justo en el corazón de Conil. Este pequeño barrio se caracteriza por sus calles casi laberínticas que terminan en patios típicos llenos de flores y macetas.

Bajando la calle de la Virgen cruzaréis el Arco de la Villa y continuaréis hasta llegar a la calle Cádiz, donde algunas tiendas de souvenirs siguen abiertas, muchas menos que en verano pero aún así podréis comprar algún detallito.

Terminado el recorrido de la calle Cádiz, deberéis de bajar por la calle Fuente Vieja hasta el paseo marítimo. Allí, si el tiempo acompaña, tenéis que tomaros un café con un dulce en El Pasaje o en Casa Manolo para disfrutar de la puesta de sol.

Al caer la noche

Ya a la noche, será mejor que os informéis en la oficina de turismo de los diferentes espectáculos que realiza el Ayuntamiento en la Casa de la Juventud. Las actividades abarcan el flamenco, teatro, música o incluso cine.

Estad atentos y no os perdáis esta oportunidad a precios bastante asequibles. Una vez terminada la jornada, podréis cenar y terminar con una copa. El Vintage, El Central, Feduchy, Tertulia o Palo Palo, son algunos de los bares de copas que quedan abiertos en invierno. Otro como el Fórum, apuesta por realizar “zambombás” los domingos, así que no lo dudéis y uniros a cantar villancicos con una copa de anís en la mano.

Disfrutar de la navidad en Conil puede resultar muy entretenido.